Imaginaros poder desayunar allí un soleado día de Navidad o mejor aun , poder comer mientras nieva copiosamente en la calle ...
Como si fuera una postal la cual miramos desde un gran telescopio . Ese enorme ojo de buey nos acerca una zona salpicada de elegidas piezas de diseño . Perfectamente colocadas delante de ese gran ventanal que ilumina la estancia . Y como telón de fondo ; una bucólica escena que la componen un pequeño jardín plagado de arboles.
Es el acompañamiento perfecto para una cocina rustica ,natural y con alguna referencia retro.
Imagenes : Julien Oppenheim
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